Resistiré.

Todavía un último apartado dedicado a los seguidores del tema erótico, que irán bien encaminados si optan por El libro de Eros, en Grijalbo; por el Libro de la alcoba, en Plaza Janés, que recrea el arte erótico oriental o por cualquiera de los títulos de la colección de Temas de Hoy, que intentan tratar con ligereza y buena pluma asuntos licenciosos; así Camas, escrito por Lourdes Ortiz; Prendas íntimas, tratado por Ana Rossetti, o Artefactos eróticos, de Beatriz Pottecher. El librero le dirá al cansado comprador: No se vaya, que aún hay más, consciente de que la lista siempre quedará abierta y de que cualquier libro, por el hecho de serlo, ya es un regalo. Mas por esta vez, el comprador ya ha hecho su elección, aún sabiendo que de muchos libros no le ha llegado ni siquiera el olor. Otra vez será.


Desde que hace unos días el otro Hussein se emborrachó de petróleo, el mundo no duerme. Unos, porque trabajan en la búsqueda de soluciones al conflicto; otros, por lo incómodos que son los aviones en los que son trasladados a aquella zona caliente; por estar cerca de Torrejón, otros; por miedo al porvenir o a tener que ir andando este otoño al trabajo; los demás. A todos ellos hay que sumar el gran número de imbéciles que pontificaba exigiendo la inmediata desaparición de los ejércitos y que se han quedado con el culo al aire, siendo lo peor que, de la mano de unos políticos sólo válidos para hacer negocios inmobiliarios y similares, han dejado como han dejado lo que antes muchos llamábamos nuestra querida España.

Los que en el 82 temían el feroz antimilitarismo de nuestro centenario socialismo respiraron al saber que la cartera de Defensa había recaído en un hombre de acendrado y muy demostrado espíritu militar. Aún más profundamente lo hicieron cuando supieron que confiaba el lavado de cara, que el Ejército parecía necesitar tras aquel 27-O inexistente, (tanto que Calvo Sotelo ni lo nombra en su librito de sucios cotilleos en el que el 23-F es tema obsesivo) al culto droguero de Barcelona que era y es su íntimo, y que se dice lo será hasta que la muerte los separe. Aquel impresentable y falaz referéndum sobre la OTAN fue como el prólogo de lo que se les venía encima a nuestros militares.

Comentarios

Entradas populares