El Pin , el Jeque y la Expo

Pero acompaña esta afirmación de un «toco madera», que refleja la fragilidad de una exclusiva fácil de copiar y multiplicar. Presentar el recién nacido en España es una «estrategia» para «chupar pantalla» aprovechando la sinergia que se creará en tres ciudades españolas en 1992. Una nueva generación de acontecimientos culturales será presentada en España en 1992 de la mano de la Grande Halle de la Villette. Esta institución parisina, calificada de «laboratorio de innovación cultural», traerá a Madrid, Barcelona y Sevilla tres «exposicionesespectáculo» que responden al concepto de «ingeniería cultural» impulsado por GayBeHile, director de la Grande Halle. 


La muestra inscrita en las olimpiadas culturales de Barcelona se titula «Hormigas en las piernas» y pretende «presentar el deporte como nunca se ha hecho: a través de la inmersión», afirma la comisario general, Yolande Bacot. La exposiciónespectáculo se instalará en el Antic Mercat del Born de Barcelona con una superficie de 3.600 a 4.000 metros. A Madrid, probablemente a la antigua estación de Atocha, irá la muestra «Empresarios de Europa», que aborda «desde una lógica comprensiva» el ambiente de «innovación, contradicción y aceleración» que vivieron los industriales y científicos de la Europa del siglo XIX. Sevilla acogerá la tercera exposiciónespectáculo cuyo tema es la ópera. 

Para su realización, la Grande Halle pretende obtener el emplazamiento en el antiguo convento de los Cármenes, actualmente en renovación. La preferencia por este espacio se debe a que fue allí donde el escritor Prosper Merimée encontró a su «Carmen» que inspiró su cuento del mismo título y posteriormente la ópera cómica musicada por Bizet que se convirtió en obra maestra del drama lírico realista. 

La exposición-espectáculo y la ingeniería cultural, concepto este último que incluye el montaje financiero, nació en 1987 en París con una primera muestra sobre el cine titulada «CitésCinés». El número de visitantes, más de 450.000, confirmó que el equipo de la Grande Halle había dado en el clavo. La aventura de aislar al espectador dentro del espacio de exposición y de liberarlo para investigar por su cuenta fue ampliamente aceptada por un público que ya no se resigna a ser guiado como un colegial. El aislamiento del espectador se obtienen gracias a los recursos técnicos y escenográficos.

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