Recuerdo en negro y amarillo

El Museo de los mártires de París, inaugurado a finales del mes de julio, supone el último exponente del gusto por lo macabro; bajo tierra, a oscuras y con una intensa mezcla de olores, el visitante de este museo puede contemplar, en definición dada por los propios promotores del proyecto, «la parte escondida de la Historia». La empresa británica Kunick ha planteado la versión francesa de lo que ya existía en Londres desde hace quince años: el London Dungeon, una de las atracciones más visitadas de la capital inglesa. 


La idea es simple y, como lo han demostrado por ejemplo los museos de cera, bastante eficaz de cara al turismo. Se trata de un recorrido por los más crueles métodos de tortura ejercidos a lo largo de la historia de Francia y, por otro lado, de una reconstrucción de aquellos hechos que por su carácter misterioso o truculento marcaron su época. 

La visita comienza precisamente con la presentación de montruos legendarios incrustados en la vieja historia de París: uno de ellos es el vampiro de Montparnasse, quien en 1848 trajo en jaque a la policía al desenterrar y mutilar diversoso cuerpos de mujeres jóvenes hasta que fue descubierto y pudo comprobarse que era un sargento del Ejército. Este personaje es presentado, como todos los demás, a través de una ventana con barrotes y es que el Museo de los Mártires es una reconstrucción (bien lograda) de las mazmorras de un castillo. La luz macilenta refuerza una sensación de horror conseguida mediante los personajes contruídos en cera o fibra de vidrio.

Junto al vampiro de Montparnasse surgen en la oscuridad del laberinto otras escenas, como la de «la reclusa». En el siglo XV existían en París, junto a la Iglesia de los Inocentes, unas celdas de dimensiones mínimas. Algunas mujeres decidían ser encerradas en ellas por penitencia o arrepentimiento, con un ventanuco como única conexión con el exterior (eran emparedadas con la bendición del obispo). 

En 1418, Alix de la Bourgotte,el personaje que prsenta el museo, se hizo encerrar, muriendo... 48 años más tarde. Parte del recorrido se refiere de una u otra forma al lugar en el que los promotores británicos han instalado esta gran cámara de los horrores: el Forum des Halles. Se trata de uno de los mayores centros comerciales de toda Europa, subterráneo y en el que pueden encontrarse tiendas de las mejores firmas.

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