El azote de las carreteras

Si bebes, no conduzcas. Un cuarto de siglo después de que el cantante Steve Wonder hiciera famoso ese eslogan en una de las campañas más acertadas de la DGT, ésta lo ha recuperado en la última oleada de controles de alcoholemia, que culmina este domingo.

Simple, directo y contundente, el mensaje no ha perdido vigencia. Y falta hace, a la vista de las estadísticas de siniestralidad. Éstas indican que mientras en la última década España ha reducido en un 55% el número de muertes en accidentes e igualmente lo han hecho las de conductores, el porcentaje de estos que han fallecido conduciendo bajo los efectos del alcohol, sigue inalterado. El 30,8% en 2001. El 31% en 2010.

En todos los casos, el consumo medido superaba la tasa de 0,3 gramos de alcohol por litro de sangre, un nivel suficiente para doblar el riesgo de accidente aunque la cifra esté lejos de los 0,5 g/l que fija el límite general. Superado este umbral, el peligro se multiplica por cinco.

Alcohol y conducción es un binomio con cada vez menos adeptos. En los 10 últimos años, los controles preventivos han pasado de 1,7 millones a 4,5 en 2010. Pero si los positivos al comienzo del periodo rozaban el 5%, ahora están en el 1,8%. Esta cifra se triplica cuando las pruebas se realizan a conductores de siniestros, marcando la relación entre alcohol y accidentalidad.

De ahí que cada vez sean más las voces que piden tolerancia cero con el alcohol. El grupo incluye a la propia DGT, clubes de automovilistas o instituciones como la Fiscalía de Seguridad Vial. Ésta tiene órdenes para considerar delito los casos con una tasa superior a 0,4 miligramos por litro de aire espirado (equivalente a 0,8 gramos por litro de sangre) si concurren factores como la embriaguez evidente y anomalías en la conduccion. La imputación es automática al rebasar los 0,6 mg.

Un camino intermedio podría ser el elegido por Francia, donde, como en España, el alcohol aparece como factor concurrente o desencadenante de casi un tercio de los accidentes mortales. Allí se pretende que todos los automoviles lleven, desde la primavera, un alcoholímetro. El objetivo es que el conductor que haya bebido mida cuánto, pero nadie le conmina a soplar ni le impedirá conducir si supera lo permitido.

Para esto último, sería necesario hacer obligatorio un aparato que bloquee el vehículo si el conductor está ebrio. Las autoridades galas han pedido opinión a Bruselas sabiendo que cuentan con el respaldo de hasta un 91% de los ciudadanos. Estos aparatos, denominados alcolok, se ensayaron ya hace más de una década y hoy, Volvo o Saab lo ofrecen para varios mercados.

Hace ahora tres años, el Congreso español aprobó una medida idéntica, apoyándose en estudios que apuntaban que estos dispositivos podían salvar unas 115 vidas al año sólo en España. Si el proyecto original del Parlamento planteaba su uso en el transporte escolar, finalmente se amplió al transporte público y automovilistas reincidentes. La exigencia llegó al Gobierno, pero nunca más se supo.

Con el carné por puntos, cerca del 10% de los conductores sancionados y del 14% de los créditos retirados lo han sido por conducir ebrios.

Comentarios

  1. COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
    EN LA CONDUCCION DIARIA

    Cada señalización luminosa es un acto de conciencia

    Ejemplo:

    Ceder el paso a un peatón.

    Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.

    Poner un intermitente

    Cada vez que cedes el paso a un peatón

    o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.


    Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.


    Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.


    Atentamente:
    Joaquin Gorreta 55 años

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