Mingote ha vuelto

Madrid no quería perder a Antonio Mingote (Sitges, 1919; Madrid, 2012). Por eso, desde el día en que murió, el pasado 3 de abril, ha llovido en todos los actos que se han convocado en su nombre. La misa funeral de ayer en Los Jerónimos no fue una excepción. Con la iglesia llena de amigos, compañeros, vecinos y familiares, el marqués de Daroca y alcalde honorífico de El Retiro recibió el último adiós de los suyos y la cariñosa despedida del padre Luis Lezama, amigo personal de la familia, que coofició la ceremonia con otros cuatro sacerdotes. 

A las ocho de la tarde era la cita y ni un minuto antes llegó el Príncipe de Asturias, acompañado por Rafael Spottorno, jefe de la Casa del Rey, a presentar sus respetos a Isabel Vigiola, la viuda de Mingote. Recibido en la puerta por Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid y Catalina Luca de Tena, presidenta editorial de ABC, Felipe de Borbón ocupó su puesto en el primer banco reservado para autoridades y comenzó la ceremonia. 

«Antonio fue para mí el amigo que no llama y está presente. La presencia de Antonio día a día me conmovía, alegraba el ritmo de la vida y sus ideas me engrandecían», recordó Luis Lezama. Este sacerdote, peculiar donde los haya, recordó que muchos días coincidía con el dibujante al final de su paseo matutino y se sentaban a tomar un café en su restaurante en la Plaza de Oriente. 

«Antonio vaciaba de orgullo a los poderosos y enaltecía a los humildes», siguió glosando Lezama, ante una parroquia en la que figuraban tanto políticos como periodistas, empresarios, artistas y demás personajes de la farándula. 

Su vecina y amiga de toda la vida, la actriz Laura Valenzuela, estuvo entre las primeras en llegar. Su hija, Lara Dibildos, también acudió a despedir a quien fuera su padrino. Raphael y Natalia Figueroa asistieron al funeral en Los Jerónimos sentados entre las autoridades, detrás del Príncipe Felipe, Aguirre, José María Álvarez del Manzano, ex alcalde de Madrid, y el ex ministro Federico Trillo, flamante embajador de España en Reino Unido. 

Bajo una fina lluvia llegaron a la iglesia para acompañar a la familia amigos del fallecido como el empresario teatral Enrique Cornejo, Paloma Segrelles (madre e hija), Cuqui Fierro y varios representantes de la cúpula de ABC, el diario en el que Antonio Mingote trabajó casi 60 años, como su director, Bieito Rubido y Santiago Castelo, subdirector. 
El académico de la lengua y director de El Cultural, Luis María Anson, también quiso despedirse de su viejo amigo y compañero que lo fue tanto en el citado rotativo como en la Real Academia Española, a la que Mingote se incorporó en 1987 para ocupar el sillón 'r'. 

«Antonio se reía sanamente del poder», comentó Lezama, quien recordó que en cada noticia «encontraba inspiración». Lamentablemente el genial dibujante se perdió estos últimos tiempos convulsos que le hubieran sugerido buenas historias.

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