Japón es tratado bien por la Comunidad Europea

La Comisión Europea se ablanda y parece dispuesta a iniciar las conversaciones con Japón para el establecimiento de un Acuerdo de Libre Comercio. Se había negado a ello por dos motivos: las barreras no arancelarias y por la imposibilidad de competir en las subastas de suministro a organismos estatales. Y, curiosamente, Japón había respondido con la amenaza de cerrar sus fábricas en el Viejo Continente. 

Ahora, ambas partes parecen haberse calmado, y en su resumen del último año de contactos enviado por el comisario europeo de Comercio, Karel De Gutch al Consejo de Europa, Japón está enormemente interesado en lograr el acuerdo. Aunque se reconoce que no ha hecho ningún progreso en eliminar las barreras no arancelarias que, en el caso del automóvil, se refieren a la serie de normativas que deben cumplir los coches para poder ser vendidos en aquel país, y al acceso al suministro de vehículos a las flotas estatales, que se controlan desde el Departamento de Correos que, por cierto, esta dirigido por un ex directivo de Toyota, Norio Kitamura. 

El argumento de De Gutch para mostrarse proclive a iniciar las conversaciones -que podrían durar unos tres años- es que Japón parece dispuesto a establecer equivalencias entre sus reglamentaciones técnicas y las europeas y que, además, la Unión Europea se reserva la posibilidad de suspender las conversaciones si, al cabo de un año, no se han producido avances en la búsqueda de esas equivalencias. Además, valora que Japón tenga ahora estabilidad parlamentaria para evitar interrupciones en la negociación. 

Por parte del sector del automóvil, se vuelve a temer que se les utilice de nuevo como moneda de cambio. Un temor razonable frente a las declaraciones de algunos ministros de Comercio de países no fabricantes que aseguran que el acuerdo con Japón generaría unos entre 250.000 y 300.000 millones de euros al año y permitiría crear un par de millones de puestos de trabajo en la UE. Esto sin tener en cuenta que se arriesga un sector de 12 millones de empleos. 
Concretamente, temen la repetición del acuerdo con Corea del Sur, cuyas exportaciones de coches han subido, en términos financieros, un 70%, mientras que las exportaciones europeas de perfumería, uno de los sectores favorecidos por el acuerdo, lo han hecho en un 7%. 

Con el de Japón, están también encima de la mesa el acuerdo con India, que parece dispuesta a bajar los aranceles de importaciones de coches europeos, el que se habla con Mercosur, que está encallado, y con EEUU, que está en fase de contactos que eviten problemas al final.

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