Robin Hood no ha muerto

Si 1991 será, en términos musicales, el «año Mozart», cinematográficamente hablando podría ser bautizado como el «año Robin Hood». 

Tres películas diferentes plasmarán las aventuras del intrépido aristócrata que amaba a lady Marian, apoyaba la causa de Ricardo Corazón de León y robaba a los pobres para dárselo a los ricos. Robin de Sherwood será protagonizada por Jason Connery, hijo de Sean, otro Hood hace años en una película de Richard Lester.

En Las aventuras de Robin Hood Patrick Bergin será el héroe y la incandescente Uma Thurman, su amada. Finalmente, E! príncipe de los ladrones hará formar pareja a Elizabeth Mastrantonio con Kevin Costner, un actor que hará doblete cuando se estrene Dance with the wolves, un «western» con el que debuta en la dirección

También será inevitable que en 1991 las secuelas se adueñen de las pantallas. 

A mediados de enero llegará la trepidante y violenta Robocop 2. No menos cantidad de violencia prometen Terminator 2. El juicio final, que recupera a Arnold Schwarzenegger, y Predator II, que ha tenido que prescindir del musculoso austríaco en beneficio del veterano actor de color Danny Glover. Más que de secuelas, habría que hablar de segundas partes de dos películas rodadas ya hace muchos años: The last picture show (1969) y Chinatown (1974). Peter Bogdanovich ha logrado en Texasville volver a reunir el reparto de la primera encabezado por Cybill Shepherd.

The two Jakes es la continuación del film que dirigiera Roman Polanski. Su protagonista de entonces, Jack Nicholsori, la ha dirigido, interpretando de nuevo al detective Jack Gittes. Sin embargo, la secuela por excelencia será El padrino III, la película de Francis Coppola que se estrenará con todos los honores el 1 de marzo. En «El padrino III», Al Pacino sigue gobernando con mano férrea el clan Corleone con la ayuda de un sobrino, interpretado por un actor de gran futuro, el hispano Andy García. Aquí, en Europa, varios cineastas han regresado a los clásicos de la literatura de todos los tiempos. 

Dos británicos y un italiano han elegido a Shakespeare. Peter Greenaway ha ofrecido su muy particular versión de la teatral La tempestad en Prospero's Books. Tom Stoppard y Franco Zeffirelli han coincidido en Hamlet, si bien el italiano afronta el drama a lo clásico con la ayuda de Mel Gibson y Glenn Close, mientras que el británico ha narrado desde las bambalinas la historia interior de la intriga palaciega en Rosencrantz y Guildenstern han muerto.

Los franceses, muy suyos ellos, han elegido clásicos propios. Claude Chabrol presentará en nuestras pantallas Madame Bovary, del inmortal Flaubert, con Isabelle Huppert. Y JeanPaul Rappenau ha dirigido a Gerard Depardieu en la ronstandiana Cyrano de Bergerac. 1991 será un año de reaparición de un gran ausente de las carteleras españolas: el cine francés. En los dos primeros meses del año se estrenarán títulos del calibre de Cyrano de Bergerac; Daddy nostalgie, de Bertrand Tavernier; Nouvelle vague, de JeanLuc Godard; El marido de la peluquera y Netchaiev ha vuelto, de Jacques Deray, basada en la novela de Jorge Semprún y protagonizada por su íntimo amigo, Yves Montand.

Y como el arte imita a la vida, muchas de las películas a estrenar serán biográficas. Enero nos traerá Dalí, de Antoni Ribas. En febrero nos espera The Doors, del oscarizado Oliver Stone, la biografía de Jim Morrison, el «rey lagarto», el compositor, cantante y poeta, consumidor habitual de alcohol y drogas muerto en 1971. 

En la primavera, Un ángel en mi mesa, de Jane Campion, nos introducirá en la obra y dolorosa vida de la escritora neozelandesa Janet Frame. De la mano de Steve Soderbergh, el director de Sexo, mentiras y vídeo, de Jeremy Irons y del film Kafka, recorreremos las calles de Praga y la torturada existencia del escritor judío. Finalmente, Werner Herzog nos permitirá llegar a Africa y conocer, a través de un documental, a Bokkassa, aquel dictador caníbal que se coronó emperador de Centroáfrica.

Los realizadores alemanes se han decantado por historias de viajes. Volker Schlóndorff ha rodado en medio mundo Passenger Faber con Sam Shepard, y Wim Wenders estrenará Hasta el fin del mundo, un film que sigue las peripecias de William Hurt y Solveig Dommartin por cinco continentes. Los británicos también viajan y, emulando a sus antecesores del Mayflower, se trasladan a trabajar a Estados Unidos. 

En febrero se estrenará la esperadísima película de Stephen Frears, The Grifters, una historia negra producida por Scorsese y protagonizada por Anjelica Huston. Por su parte, James Ivory presentará El señor y la señora Bridge, la historia de una familia burguesa americana en los años 30, con el modélico matrimonio Paul Newman y Joanne Woodward. Woody Allen acudirá en marzo a su tradicional cita con el público. Estrenará Alice, una comedia contemporánea sobre la crisis de una mujer, protagonizada por Mia Farrow, como no, y por William Hurt y Mantegna. Allen aparecerá también como actor en Scenes from a mall, de Paul Mazursky, frente a una tremenda Bette Midler.

Melanie Griffith hará también doblete cuando en febrero estrene Pacific Heights, de John Schlesinger, y, un mes después, la esperada La hoguera de las vanidades, la versión de Brian de Palma de la novela de Tom Wolfe, con Tom Hanks y Bruce Willis. 

Lo mismo le ocurrirá a Julia Roberts, la revelación de este año, que estrenará Flatliners, de Joel Schumacher, y Sleeping with the enemy, en la que irá de mujer maltratada por marido brutal. Andie McDowell será otra de las actrices de moda gracias a Matrimonio de conveniencia, el film del australiano Peter Weir que se estrenará en febrero, y formará pareja de lujo junto a John Malkovich en la británica Objeto de belleza. De Robert de Niro se hablará mucho por dos películas, Suspicious of Guik y Awakenings, film por el que se le considera un serio candidato al Oscar.

Y también se hablara de John Turturro, un inteligente actor en alza que estará en las películas del 91 de los cineastas independientes americanos más interesantes: Jungle fever, de Spike Lee, y Barton Fink de los hermanos Coen. Grandes actores reaparecerán en 1991: Robert Redford en Havanah; Sean Connery, con Michelle Pfeiffer, en La casa rusa, y Marcelo Mastroianni en Todos estamos bien. Pero, quizá, una de las películas más esperadas sea Corazón salvaje, de David Lynch, el creador de Twin Peaks.

La película ganadora del Festival de Cannes se estrenará en enero. Enero será también el mes de estreno de numerosas películas españolas que han esperado turno tras las navidades. Es el caso de Lo más natural, una historia de amor y ecología protagonizada por Charo López y Miguel Bosé, El invierno en Lisboa, de José Antonio Zorrilla, basada en la novela de Muñoz Molina y con Dizzy Gillespie, e Innisfree, de José Luis Guerín, rodada donde Ford hizo El hombre tranquilo. 

A continuación llegarán Solo o en compañía de otros, de Santiago San Miguel, sobre el crimen de los Urquijo; La noche más larga, de José Luis García Sánchez, la de los fusilamientos de 1975, Amantes, de Vicente Aranda, y Cómo ser mujer y no morir en el intento, el debut de Ana Belén en la dirección.

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