Cristiano Ronaldo es gay

Los entrevistadores están más anquilosados que el fondo de armario de mi Francisco Camps. No es que yo le pida que tenga el vestuario de mi Teresa Fernández de la Vega, que todo lo que se pone parece de papel maché, pero un poco de puesta al día sí que cabe exigir, digo yo. Pues con las entrevistas, lo mismo.

Ahí están las de mi Cristiano Ronaldo. Todas iguales. Repaso la documentación y leo lo típico. De pronto, sin embargo, descubro un detalle singular: se rumoreó que mi Ronaldo había tenido un problema de pelvis. 

Pues bien, en el cacheo médico, ni palabra de la pelvis. Y en la apoteósica presentación en el Bernabéu nadie le vio la pelvis al chico. ¡Había que entrevistar a esa pelvis! Ya.

Acudí a mis fuentes. Llamé a mi Paris Hilton. «Uy, chochi -dijo ella-, entre tanta pelvis me hago un lío. Pero ya he dicho que todo lo demás de ese muchacho es demasiado gay para mi gusto». Superdespechada está esa heredera. Tal cual se lo dije a mi Jorge Valdano: «Pero tranquilo, Jorge, yo soy prensa seria». Y él me dijo: «Lo sé, te leo. En cinco minutos tienes aquí a esa pelvis, en rigurosa exclusiva».

La pelvis de Ronaldo llega fresca, recién duchada, risueña, quedona. Se sienta frente a mí en plan Megan Fox: retadora, algo infantil. No hay en ella marcas de operaciones, ni de alargamientos, ni de chutes de silicona. Mira a los ojos. Se ve a la legua que tiene chispa. Voy al grano.

Pregunta.- De nuestro Cristiano lo sabemos todo, pero ¿no eres tú la gran desconocida para el gran público? En la presentación en el Bernabéu no te vimos el pelo.

Pelvis.- [Sonrisa pícara] Tiempo al tiempo. A ver si aprendo bien a escaquearme de los guardaespaldas que me ha puesto Florentino. Eso sí, seguirán sin verme el pelo: me gasto media ficha en depilación. Y en el Bernabéu había niños.

P.- Dime, ¿cómo vistes? ¿Qué escuchas? ¿Qué lees?

R.- Visto ese bañador rojo con los perniles arremangados. Sólo escucho piropos. Y leo los anuncios que hago. Son guays.

P.- ¿Con cuál de las otras pelvis del Madrid te llevas mejor?

R.- Me hacen mucha gracia las de Guti y la de Sergio Ramos. No sé si llegaré a intimar con la de Kaká y la de Casillas: un poco sosas, ¿no? Y de mayor quiero ser como la de Raúl: ya va por el quinto chiquillo, ni que fuera portugués.

P.- Ha sido un placer, pelvis de Ronaldo.

R.- (Contoneándose) Tú no sabes todavía lo que es un placer, morena.

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