Los españoles siguen gastando en belleza a pesar de la crisis

Los españoles no renuncian a sus hábitos de belleza por la crisis, pero sí optan por moderar su gasto y acudir a las marcas blancas.

El culto al cuerpo se resiente ante la caída del consumo. En 2008 los españoles se gastaron7.782 millones de euros en productos de belleza. La facturación de la industria especializada en este tipo de artículos ascendió a más de 4.800 millones de euros, un 1,1% menos que en 2007. El sector de la belleza es muy amplio y abarca fabricantes de maquillaje, de productos para el cuidado del pelo e higiene personal, y tratamientos corporales. «Existen cinco circuitos claramente diferenciados: el gran consumo, que representa el 50% de la facturación; los productos de alta gama (15%), las farmacias (12%), el profesional (9%), y el resto corresponde a la venta directa», explica Enric Albirech, director de Marca de la compañía de cosmética profesional Montibello.

Durante el último lustro este sector ha experimentado una tasa de crecimiento anual del 6%, lo que supone un buen colchón para enfrentarse a las desavenencias del mercado. «Si consideramos la situación global, no salimos tan mal parados. Nuestra previsión es cerrar el 2009 con una caída del 5%», señala Óscar Mateo, responsable de Análisis de Mercado de la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stampa).

Según Albirech, los profesionales y los productos de alta gama son los que más están sufriendo la crisis. Hans-Jürgen Schäck, responsable de la compañía de estética y peluquería La Biosthetique, especializada en productos de alta gama, apunta que desde que comenzó la crisis algunos de sus clientes han recortado entre un 30% y un 50% su demanda de productos. «En cambio, hemos ganado nuevos clientes que buscan dar un servicio más especializado y de mayor calidad», señala Schäck.

Lo cierto es que este sector cuenta con un claro punto a su favor. Según Mateo, «muchos de estos productos, como dentífrico, champú, crema o gel, siguen siendo básicos en la cesta de la compra porque la crisis no cambia nuestros hábitos de higiene. Lo que sí se mira es el precio, lo que explica que se usen más las marcas del distribuidor».

En los últimos años los spa y blanearios se han convertido en otro importante eje del cuidado personal. Según los datos de la consultora DBK, en 2019 este mercado facturó 3.375 millones de euros, un 5% más que en 2007. Las perspectivas para este año no son tan positivas. Y se estima que el negocio se reducirá un 15% debido al menor gasto que los hogares destinan al turismo de ocio.

Antonio Pastor, presidente de la Asociación de Balnearios Urbanos y Spa, asegura que el sector ha vivido un periodo de expansión en el que «ha alcanzado, en nueve años, los 900 centros y los seis millones de clientes. Tras este rápido crecimiento, sobre todo como servicio dentro de los hoteles, es normal que nuestras cifras de negocio frenen ante la crisis. Pero sigue habiendo demanda ya que parte de nuestros clientes vienen para tratar el dolor o porque necesitan relajarse».

España es una referencia en materia de belleza, ya que representa el 12% del mercado europeo, lo que nos confirma como la quinta potencia tras Alemania, Francia, Reino Unido e Italia.

 El sector de la peluquería y la cosmética cuenta con 32.900 trabajadores directos y 8.100 indirectos. En España hay 79.500 peluquerías y mueven en torno a los 3.150 millones de euros.

Existen 10.500 centros de belleza en España que, en 2007, movieron 450 millones de euros. Alrededor de 900 de estos establecimientos son franquicias.

 Los spa facturaron 280 millones de euros en 2008. El 80% de ellos están situados en hoteles.

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