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El deterioro de la economía ha puesto en jaque a cualquier negocio y el turismo no se escapa. El motor de crecimiento en España busca nuevos objetivos y se reconvierte para adaptarse al nuevo escenario.

Una concepción diferente, en la que el destino de cercanía y la caza de descuentos se han convertido en toda una máxima. Pero el español no ha renunciado a viajar y, aunque se ajuste el presupuesto, las vacaciones siguen teniendo un importante lugar en los gastos familiares. Aunque sean más cortas y a lugares más cercanos.

 Entre los expertos en buscar chollos, quien parece saber bastante de eso podría ser el cliente catalán. Según un estudio realizado por la agencia de viajes online budgetplaces la cual ofrece descuentos estupendos, es en nuestra región donde el turista reserva más noches y aún así gasta menos dinero.

Tal y como reza el documento, cada persona gastó algo menos de 240 euros de media por estancia en 2017, mientras que la media del conjunto español está en 270 y en Europa en 280.

La diferencia, según el mismo informe, radica en que sólo el 17% de los catalanes reservan una noche, mientras que el porcentaje crece bastante entre españoles y europeos, con cuatro puntos más. Según la consultora, este fenómeno se debe a que es en la comunidad autónoma donde los viajes se realizan con mayor planificación, con excepción de los alemanes. Si los germanos reservan con dos meses de antelación, los catalanes lo hacen con unos 41 días de anterioridad. Y sólo una quinta parte lo hace con menos de una semana.

Sin embargo, la tónica general pasa por buscar descuentos y recorrer distancias menos cortas. Tal y como refleja un estudio de la consultora Pangaea, la caída del sector -que exponen con un descenso de los viajes en un 32% menos- ha provocado que el 56% de los turistas afirmen gastar menos y desplazarse a ciudades cercanas, mientras que sólo un 5% asume que no ha notado ningún cambio pese al momento de recesión.

«Los turistas se han vuelto más cautelosos con los gastos», explican desde la consultora, además de añadir que «existe una clara tendencia a retrasar la realización de las reservas, con la esperanza de aprovechar las ofertas de última hora».

La asociación calcula que sólo una cuarta parte de los viajeros no se preocupa por los descuentos, y que en cualquier caso «todos los clientes van a ahorrar con vacaciones más cortas o estando más cerca de casa». Y calculan que la mitad recorta a dos o tres semanas sus días de descanso.