Así se viste con estilo a partir de los 40

Dicen que los 40 son los nuevos 30, pero la verdad es que esta etapa tiene un encanto propio. Ya no vamos con prisas por encajar en nada ni por vestir como otras personas. A los 40 empiezas a conocerte de verdad: sabes qué te gusta, qué no soportas y qué te hace sentir bien. Y cuando eso se refleja en la ropa, se nota una barbaridad.

Vestir bien a esta edad no es cuestión de seguir mil reglas, sino de sentirte cómoda y segura. La clave está en entender tu cuerpo, tus colores y tu estilo. Cuando sabes qué cortes te favorecen y qué tonos te iluminan.

mujer con blusa verde

Los vaqueros, por ejemplo, siguen siendo un básico, pero ahora eres más exigente. Nada de comprar el primero que ves: buscas esos que se ajustan bien, que estilizan y que aguantan mil lavados sin perder la forma. Rectos, acampanados, anchos… elige según tu silueta, pero sobre todo según cómo te sientas al ponértelos.

Una blazer también es de esas prendas que merece un hueco fijo en el armario. Las hay sobrias y elegantes, o llenas de color para esos días en los que te apetece un toque más energético. Y lo mejor es que sirve para todo: para el trabajo, para una cena o para darle vida a unos jeans básicos.

Lo mismo pasa con las camisas y blusas. Las claras suavizan el rostro, las intensas resaltan las pieles doradas y hay tonos que funcionan con todas, como el verde esmeralda o el burdeos. Y no hace falta complicarse: una buena camisa transforma cualquier look sin esfuerzo.

mujer con pelo corto

Los pantalones anchos son una maravilla cuando buscas comodidad sin renunciar al estilo. Un culotte o un acampanado queda ideal en cuerpos rectos o triangulares invertidos, y uno recto y limpio favorece a las siluetas más curvas. Son fluidos, elegantes y muy fáciles de combinar.

Y luego están los looks monocromáticos, que son la versión adulta del “no sé qué ponerme” pero hecho con mucho criterio. Todo en tonos similares, algunas texturas distintas, calzado bonito… y ya tienes un conjunto moderno y chic sin dedicarle demasiado tiempo. Los accesorios en otro color ayudan a darle un toque personal.

Eso sí, a estas alturas una aprende a evitar las compras impulsivas y las prendas que no favorecen por mucho que se lleven. También está bien no mezclar mil colores; con dos o tres que armonicen es suficiente para verte equilibrada y elegante.

Si hablamos de imprescindibles, hay cinco que nunca fallan. La camisa blanca, siempre lista para sacarte de un apuro. Los jeans que mejor te sienten, que ya son casi una extensión de tu cuerpo. El jersey de rayas, perfecto para esos días en los que quieres verte arreglada sin esfuerzo. Las faldas y vestidos largos, que funcionan tanto con zapatillas como con tacones. Y la blazer, la reina del armario por su capacidad de elevar cualquier conjunto.

mujer paseando

Para el día a día, un trench con vaqueros es una apuesta segura. Si lo combinas con un jersey suave y el calzado que más te guste, es prácticamente imposible que salga mal. Para una noche relajada, un look negro puede ser muy elegante si juegas con distintos materiales: una falda efecto cuero, un jersey sencillo y un accesorio con personalidad y ya está.

Y para la oficina, nada complicado: equilibrio. Si el pantalón es amplio, la parte de arriba más ajustada; si la falda tiene vuelo, elige una prenda más lisa arriba. En primavera cambia los pantalones por una falda plisada y añade una blazer ligera. El conjunto será cómodo, fresco y muy chic.

Llegados a los 40, la moda ya no va de aparentar. Va de disfrutar. De elegir lo que te hace sentir auténtica, cómoda y guapa de una forma natural. Y cuando das con esas prendas que hablan de ti y encajan con tu ritmo de vida, vestirte se convierte en un pequeño placer cotidiano.

Comentarios

Entradas populares