Los peores datos de la vivienda en el 2011

El año 2011 va camino de cerrarse con los peores datos del sector inmobiliario desde que estalló la crisis en 2007. El último en conocerse es el de los precios, que dio ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que confirma más todavía la sobrevaloración de los pisos durante la burbuja.

Así, el precio de la vivienda cayó en el tercer trimestre el 7,4% con respecto al mismo trimestre de 2010, según dicho organismo. Con relación al segundo trimestre la tasa registrada fue sólo de seis décimas menos (-6,8%).

Según el INE, la caída de los precios desde que estos alcanzaron su máximo durante el boom es del -18,3%, y es del 17,7%, según el Ministerio de Fomento. Pero, «en términos reales», según Asprima, se cifraría «en torno al 25%».

La tendencia de los precios para 2012 parece que seguirá los mismos pasos. Ya varios expertos se han manifestado a este respecto. El último en hacerlo ha sido Carlos Ferrer-Bonsoms, director de Suelo, Urbanismo y Residencial de Jones Lang LaSalle. En un encuentro informal con periodistas dijo que, en 2012, «los precios van a seguir bajando hasta que los bancos no se hayan adjudicado la mayor parte de las viviendas».

Recordó, sin embargo, que hay zonas en Madrid, como en el norte, «donde los precios no bajan porque no hay oferta», y añadió que es en el «sur donde sí hay oferta y donde bajan más los precios».

«Este año», reflexionó, «los bancos no se han adjudicado promociones terminadas», a pesar de que se «han ido terminando las refinanciaciones».

Los precios no es lo único que ha caído en 2011. En la compraventa de viviendas también se ha notado un bajón considerable. En los últimos datos del INE, los correspondientes a octubre, la compraventa de pisos cayó un 18% con respecto al mismo mes del año anterior, aunque el decalaje de las ventas hace que estos números correspondan realmente a agosto. Por tanto, estamos antes los peores datos de ventas desde que se inició la caída.

Todo esto a pesar de que en enero y febrero subieron las ventas un 19,6% y un 10,5% con relación a los mismos meses de 2010. Igualmente, esto se debe a que dichos datos pertenecen a noviembre y diciembre de 2010, mes en el que se acabó la desgravación por compra de vivienda para las rentas superiores a los 24.107 euros.

Las viviendas terminadas, a su vez, cayeron un 35,2% en el mes de septiembre, según Servimedia. Así, los nueve primeros meses del año se terminaron 127.207 viviendas, mientras que en el mismo periodo del año anterior se acabaron 196.492 unidades.

Llama la atención la escasa actividad de las administraciones públicas, que sólo finalizaron 2.476 pisos, por los 124.731 de los promotores privados. Al respecto, Ferrer-Bonsoms aseguró que «en 2012, por supuesto, habrá menos construcción» que este año. 

No obstante, advirtió que hay demanda y que hay zonas donde «se va a embolsar». Aseguró que «hay mucha gente de 25-30 años que quiere comprar»; en muchos casos comprarán «las casas de los bancos», y en otros «se trata de repositores que no necesitan tanta financiación».

En cualquier caso, sí está de acuerdo con la cifra esgrimida por José Manuel Galindo, presidente de Asprima, que aseguró que con 300.000 viviendas vendidas al año el sector iría por buen camino. Ferrer-Bonsoms recordó que «eso sería lo normal, pero ahora el sector está en la UVI».

La patronal del cemento, Oficemen, también dio sus datos recientemente. El consumo de este elemento capital para la construcción seguirá cayendo entre un 8% y un 10%. Esto hará que se encadene un lustro de caídas, hasta llegar a cifras semejantes a las de hace 40 años, como informó Dieter Kiefer, presidente de la patronal.

El cambio de Gobierno y la posible desgravación por compra de vivienda, prometida por Mariano Rajoy, también fueron comentados por Carlos Ferrer-Bonsoms. Con respecto al primero dijo que hay que esperar sus primeros movimientos y con relación a la desgravación aseguró no creer que «Europa lo permita, porque afecta a las cuentas públicas a largo plazo». Ni siquiera contempló que se vaya a hacer de manera coyuntural, porque «si se aplica uno o cinco años, el Estado se hipoteca por 40».

Además, apuntó que con la desgravación quizá no haya más demanda y si la hay, «el aumento sería en un porcentaje pequeño».

Concluyó que el gran problema de está en el suelo y que se volverá al promotor de hace 25 años, «que compraba suelo e iba a pedir un préstamo por ese suelo».

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