La marca que viste Nadal no le deja llevar la bandera nacional
«Si yo fuera el capitán español, pondría a Nadal a jugar incluso un dobles mixto», decía Volandri, entregado a las virtudes del que será su rival mañana en el tercer choque individual. Pero antes toca un doble siempre sinuoso para el equipo español. Emilio Sánchez Vicario ha marcado a Tommy Robredo y Fernando Verdasco como los responsable de lidiar con el incómodo trance de hoy, pero los resultados de ayer pueden hacer cambiar de opinión al capitán.
La inclusión de Nadal es la duda que maneja el técnico. Sabe que el ambiente de la pista será muy distinto con el ídolo en ella. Reconoce que la pareja italiana, Bracciali-Galimberti, afrontará el partido con mayor tranquilidad si el mallorquín está fuera. Y recuerda que el pasado año, también contra Italia, Nadal jugó todo, perdió el doble y sufrió un desfallecimiento ante Seppi el domingo.
Variantes a estudiar hasta las 12.30 del mediodía, una hora antes de que arranque el encuentro. La recuperación psicológica de Robredo será la clave de los posibles dúos a formar. «Estaré en el doble si Emilio lo ordena», afirmaba ayer Nadal. «Para mí es un privilegio jugar con España, no un marrón. Me encanta», explicaba el doble campeón de Roland Garros.
Su pasión por la Davis la lució ayer en forma de muñequeras rojigualdas, al estilo de la que hizo famosa Arantxa en su época. La marca que viste a Nadal no le deja llevar el nombre de su selección en la espalda, algo que el tenista no entiende y por lo que ha protestado en numerosas ocasiones. Los contratos mandan, pero, al menos, ha conseguido customizar sus complementos con la bandera nacional. El siguiente paso lo tiene claro: «He pedido a Nike que me ponga una bandera de España en las zapatillas».
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