La mujer más gorda del mundo pierde 230 kilos

Con la media tonelada que pesaba llegó a ser la mujer más gorda del mundo, llegando incluso a estar postrada cinco años en una cama porque no podía ni moverse. Durante esos agoniosos cinco años llegó a sufrir complicaciones respiratorias, debido al exceso de masa corporal.
Y fue justo por ese motivo por lo que los médicos le obligaron a seguir una dieta bastante estricta en la que sólo podía comer pequeñas porciones de carne sin nada de grasa, fruta y verdura. Lo que es realmente una dieta sana.
Pero ahora le queda otro gran esfuerzo y es poder deshacerse del exceso de piel que tiene al perder 230 kilos, ese exceso de piel equivale más o menos a 63 kilogramos.
La vida le ha cambiado por completo, después de tantos años de sedentarismo y comer mal, ahora asegura que le encanta el deporte, el gimnasio, el running y notar que está en formar.
Además afirma que ha estado demasiado años en la ama y ahora solo quiere ser libre.
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