Una expropiación de lujo

Un piso construido en el barrio de Tetuán, junto a la plaza de Castilla, cuesta 3.075 euros metro cuadrado. En un erial y para construir una rotonda en la M-40 cuesta 3.066 euros. No lo dice el mercado, que está por los suelos. Lo dice un juzgado, en concreto la Sección Cuarta de Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. 

La milla de oro de esta carretera está situada cerca del barrio de San Blas, donde una casa tiene un precio medio de 2.515 euros por metro cuadrado. Personas que conocen el mercado de las expropiaciones de Madrid dijeron a este periódico que se suele pagar en la región entre 30 y 100 euros por metro cuadrado. 

El origen de esta expropiación millonaria arranca poco después del años 2000 con la construcción de la autopista de peaje R-3, una de las radiales que se hicieron en tiempos en los que gobernaba José María Aznar. 

La empresa Accesos de Madrid Concesionaria Española S. A. resultó adjudicataria de las obras de construcción de la Radial 3. El proyecto incluía la rotonda de arranque de la autopista en la M-40, que está situada en el barrio de San Blas y que termina en Arganda del Rey. 

Se hicieron las expropiaciones y los propietarios de la finca donde se construyó la rotonda recurrieron a los tribunales. Más de 10 años después se ha producido el fallo. 
La empresa concesionaria hizo una valoración del suelo de 2,4 euros por metro cuadrado y en su defecto llegó a subir hasta 3,15 euros. El jurado de expropiaciones valoró los 860 metros cuadrados de la finca a 28,30 euros por metro cuadrado, por lo que la indemnización que se debía pagar por ese suelo era en total de 26.458 euros. 

Los abogados de los dueños «en su muy extensa y reiterativa demanda solicitan 2.854.434,59 más los intereses legales que cualificaba en 8.406 y los intereses que se devenguen en el futuro», según la sentencia que se conoció ayer. 

En los fundamentos de derecho la sentencia señala que el Jurado se decantó por sostener que era suelo no urbanizable «pero con expectativas urbanísticas» por lo que aplicó una media entre lo que correspondería al suelo urbanizable, valorado conforme a las normas objetivas catastrales y el valor agrario, alcanzando la cifra media de 28,30 euros por metro. 

Los adjudicatarios de la carretera indicaron que era suelo no urbanizable clasificado en el Plan General de Urbanismo del año 1997. Los expropiados consideraron que se trata de suelo urbano consolidado. 
Para los jueces ha quedado acreditado que se trata de suelo urbano adscrito al sistema general viario metropolitano, y así «lo dice la célula urbanística de la parcela». 

La sentencia hace algunas consideraciones para sostener finalmente que la rotonda se construyó sobre terreno urbano consolidado. Y para cuantificar cuánto vale el suelo utiliza el informe pericial de la parte expropiada que cifraba en 3.066,27 euros el metro cuadrado por lo que la concesionaria deberá abonar 2,7 millones de euros. Afirma que aprecia correcta esta valoración «por no contener elementos que puedan hacer dudar de éste» y «porque ninguno de los elementos ha sido opuesto en sentido contrario por las otras partes». 

La concesionaria está desagradablemente sorprendida por este fallo y anuncia recurso al Tribunal Supremo, ya que el valor de lo reclamado excede los 600.000 euros. Fuentes cercanas a la empresa indicaron que «así es imposible construir una carretera en España» y añadieron que los perjudicados son todos los españoles . 

La cantidad a pagar no será de 2,7 millones de euros, ya que con los intereses al 5% de los 10 años que ha durado el proceso elevan la factura a 4,5 millones de euros «que lo pagarán todos los españoles por el sistema de créditos participativos». 

Hace algunos años una sentencia que obligaba a multiplicar las indemnizaciones por expropiaciones en las radiales paralizó la construcción de las autopistas hasta que el Estado no legislara para evitar estas cantidades millonarias para el pago de suelo en la construcción de carreteras.

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