Los mejores amigos del mundo
El fue mi prefiguración, la intuición que yo tenía de mi destino. No le he vuelto a ver, aunque removí muchos «rastros». ¿Existiría Tim de verdad o será que yo me lo inventé? Creo, Buhíllo, que los actuales escritores infantiles (pre)fabrican amiguitos más sofisticados pero rutinarios que los que nos proponían en mi tiempo, y eso es porque ahora todo el mundo sabe psicologia infantil y pedagogía y hay interés en que los niños sean «positivos» y responsables. Algunos de esos amiguillos perdurarán; otros, pobrecitos, se esfumarán. Aquí los tengo juntos.
En ese lado, los más grandes: Héctor, el adolescente detective; Víctor, el muchacho soñante y perdedor... En este lado, los pequeños: David, Guille, Teo..., empeñados en enseñarnos sus palabras y sus cosas bien dichas y bien hechas. Y Bambú, el elefantito buscaamigos (o buscacontraenemigos). Y Mía Maus, la ratita que quiere' (y no quiere, yo creo) hacerse mayor.
También Ibai, que no para de imaginar profesiones, y que a mí me gustaría que quisiera ser lechero, sereno, poeta u observador de hormigas. Y Palmira, la jirafa buenaza, que tiene el lío de querer ser «femeninista» (femenina y feminista). Y Babar, el rey bueno y sencillo de la democracia de los elefantes, que se quita y que se pone la corona, igual que un señor con horario de oficina. Y el lobo Tragoncete, tan histérico y «métomeentodo»... iQué fabuloso escaparate de amigos! ¿Dónde me venderían a mí ahora un amigo como ésos, Buhíllo?
También Ibai, que no para de imaginar profesiones, y que a mí me gustaría que quisiera ser lechero, sereno, poeta u observador de hormigas. Y Palmira, la jirafa buenaza, que tiene el lío de querer ser «femeninista» (femenina y feminista). Y Babar, el rey bueno y sencillo de la democracia de los elefantes, que se quita y que se pone la corona, igual que un señor con horario de oficina. Y el lobo Tragoncete, tan histérico y «métomeentodo»... iQué fabuloso escaparate de amigos! ¿Dónde me venderían a mí ahora un amigo como ésos, Buhíllo?
Hombre! ¿Por qué no dices que esos 'fabulosos amigos' pertenecen a la sección 'Los Libros del Buhillo', que escribía un tipo que se llamaba y aún se llama Carlos Cobo y publicaba el diario El Mundo, en los años 90, en su separata La Esfera, que dirigía la inolvidable Elvira Huelbes?
ResponderEliminarCarlos Cobo, ¡qué alegría saber de ti, aunque hayan pasado -y sigan pasando- tantos años. Ese Buhíllo está muy vivo y despierto por lo que veo. Fue un gran hallazgo tuyo, Carlos. Te mando mis mejores deseos para este año 15 que ya nos arrasa.
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